De Líder Empresarial a Emprendedor Audaz: la apuesta de un líder consolidado que supo volver a las trincheras.

Rodrigo Ubeda (53) es el miembro 2.500 de Vistage Argentina. Con un recorrido de treinta y tres años por empresas nacionales y multinacionales y dieciocho de liderazgo ejecutivo, se sumó al GV 050 de Ejecutivos Clave, liderado por el Chair Roberto Gorrissen, porque entendió que era el espacio que necesitaba para abordar una nueva etapa de su amplia trayectoria profesional.

Se define como “un tipo apasionado”. Es papá de dos hijos, Lautaro y Facundo. Es porteño, pero vive con un pie en Córdoba y otro en Buenos Aires. La música es un hobby que lo acompaña desde siempre; toca el piano, tuvo varias bandas de música popular y rock. Desde los 20 años ha trabajado en empresas nacionales e internacionales, de distinto tamaño e industria.

¿Cómo describirías tu desarrollo profesional?

Tuve tres grandes etapas. Desde mis veinte años hasta mis treinta y largos trabajé en consumo masivo, en la industria tabacalera (Nobleza Piccardo), bebidas (Branca y Coca Cola) y chocolates y golosinas (Ferrero internacional). Estuve en áreas de marketing y comerciales hasta desempeñarme como director de marketing. Luego vino otra etapa de siete años con grandes multinacionales de la industria tecnológica; primero en Samsung y luego en Huawei, ya como director de unidad de negocios.

En los últimos siete años trabajé en empresas de capitales nacionales en sectores de panificados y consumo masivo y en la industria de la educación superior, concretamente en la Universidad Siglo 21 durante los últimos cuatro años como vicepresidente de un área. Y ahora, desde hace tres meses estoy con un nuevo desafío, en el sector de e-commerce acompañando a jóvenes emprendedores. Podría decir que es esta es la cuarta etapa que recién empieza, en Ecom Style, una pyme que apuesta todo al futuro.

Principalmente podría nombrarte uno de Ferrero, empresa de chocolates. Ingresé siendo gerente de marketing y terminé manejando toda la planificación comercial. Pero el gran hito es cómo hicimos casi triplicar la empresa en ocho años. Te lo resumiría en tres aspectos: desarrollando y ampliando a más del doble la gama de productos, llevando la venta que históricamente era muy estacional a 12 meses y alcanzando un desarrollo muy fuerte a nivel territorial y de canales. Yo tenía 33 años y fue mi primera etapa reportando a un CEO de Latinoamérica.

Desde mis 20 años hasta mis 40 aprendí funciones más verticales. La tabacalera me dio las primeras herramientas del marketing general, en una época en donde esta industria era brillante. Coca Cola me dio toda la parte de la bajada operativa de estrategias para los  canales. Fratelli Branca me dio herramientas de posicionamiento estratégico. Ferrero me permitió salir de las fronteras del marketing tradicional, llevándome a la parte comercial y a la parte de planificación. Siempre me gusta decir que aprendí a integrar esas experiencias de distintas industrias.

Otro aprendizaje fue todo lo que tiene que ver con sinergias “extra muros”, fuera del marketing y de lo comercial, principalmente con tres grandes áreas: finanzas, plantas productivas y dirección estratégica.

En los primeros años era un autoequipo: algunos asistentes y yo. Después, sobre todo desde Ferrero en adelante, pasé a liderar equipos numerosos de 25 hasta 350 personas. Siempre lo digo con orgullo: pasé por ocho o nueve empresas y en siete han quedado en mi posición profesionales que eran miembros de mi equipo. Tuve la habilidad y la suerte de poder contratar a buenos profesionales que “empujan para arriba”; y yo creo que eso tiene que ver fundamentalmente por una cuestión que me define: “mi ego profesional está más focalizado en que las cosas sucedan bien y no tanto en que las cosas pasen por mí”.

Tiene que ver con una mezcla de tres factores: seguir con mi desarrollo o búsqueda profesional, mis 52 años y sentir que se estaba cumpliendo un ciclo en las empresas locales y la Universidad en particular. Me encantaba lo que estaba haciendo, pero tenía ganas de volver a Buenos Aires, estar más cerca de mis hijos y encontrar una nueva motivación.

Y en esa búsqueda, encontré a Santiago Roa, un joven admirable y emprendedor de 25 años que trabaja con su mujer. Creo que somos un excelente match: un soñador, un impulsor, que tiene toda la energía de un joven, mientras que yo tengo la misma energía de siempre, más la experiencia del camino recorrido y cómo hacer que una empresa escale y crezca.  Santiago es también parte de Vistage. (conoce más en www.ecomstyle.us y en www.resparked.com )

A Santiago le encantan los negocios, el mundo del arte y la creatividad, en particular todo lo que tiene que ver con hobbies accesibles para la gente. De hecho, estamos usando un concepto interno, que es el “snack hobby”, en referencia una actividad fácil, gratificante y disponible para todos.   Le estamos dando a la gente la posibilidad de desconectar durante una hora a través de un hobby accesible que estimula la creatividad y le permite ver rápidamente el fruto de su trabajo. La empresa trabaja bajo el modelo de e-commerce, manteniendo un contacto directo con cada consumidor final.

Vistage para mí es un grupo conocido, donde tengo amigos, referentes, gente que por el ámbito universitario invité a dar charlas. Está en mi radar hace casi veinte años. Vistage tiene algo muy difícil de encontrar, que es el contacto con empresas emprendedoras de distintas industrias en un ámbito positivo y confidencial. Y lo disruptivo es que, por función y mi recorrido profesional, yo podría participar en un grupo de seniors, pero sentía que quería estar más cerca de la operación diaria. Yo mismo me fui despegando del día a día durante los últimos veinte años y ahora quería reconectar y estar otra vez con los pies bien puestos en las bases. Entonces, mi búsqueda fue ingresar en el grupo de managers actuales, ya que si bien yo puedo ser empático, cercano, etc, es cierto que hay cosas que también me pasaron hace 25 años y estos managers lo viven día a día. ¿Cómo es estar en el terreno base de nuevo, cómo te volvés a sentir en un soldado, si estuviste los últimos quince años siendo “coronel o general”?  Un camino recomendado es volviendo a la trinchera y trabajando codo a codo con todo el equipo.

Es una alegría. Significa que este testimonio puede ser inspirador para otras personas, así como yo me inspiro de mucha gente. Yo creo en la generosidad de esas cosas, que lo que uno da siempre vuelve multiplicado; me pasó en mi vida muchas veces. Y también significa pertenecer a un gran grupo importante, porque para ser el 2500 tiene que haber uno, dos, tres … Es un lindo número que representa un hito. Y tal vez me toca a mí representar el hito de que éste es un lugar donde más gente se puede sumar para resonar con otros, porque para mí eso es lo que define a Vistage, la resonancia con otros.


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