Fuente: CNN Español
Compartimos la entrevista que realizó CNN Español a Farid Nallim, miembro del G122 y Presidente de Reciclarg.
Llamado a la Tierra es una serie editorial de CNN comprometida con reportar los desafíos ambientales que enfrenta nuestro planeta, además de mostrar las soluciones a esos retos. La Iniciativa Perpetual Planet de Rolex se ha asociado con CNN para crear conciencia y educación sobre los asuntos de sostenibilidad claves y para inspirar acciones positivas.
(CNN Español) — En la tierra del sol y el buen vino, como se conoce a la provincia de Mendoza, en Argentina, se ha puesto particular atención a un problema de alcance global: los residuos electrónicos y la necesidad imperiosa de su reciclaje y recuperación.
“Es el residuo más exponencial que tenemos los seres humanos. Crece a niveles estratosféricos, honestamente”, dice a CNN en Español Farid Nallim, cofundador y CEO de Reciclarg.
Motivados por el desafío de ayudar al planeta ante el avance de este tipo de residuos, Farid y Andrea Nallim crearon Reciclarg hace 16 años en Mendoza. Se dedican a dar soluciones a empresas, personas físicas y el Estado para procesar este tipo de basura con un concepto de economía circular. Con su trabajo buscan generar un triple impacto: ambiental, social y económico.
“Estamos velando para que los residuos electrónicos no terminen en un basural”, resume Andrea Nallim. “No debemos alimentar el vertedero a cielo abierto, porque lamentablemente el residuo electrónico, si no va a una planta de tratamiento como la nuestra, tanto en el canal formal como informal, va a un vertedero a cielo abierto”, explica por su parte Farid Nallim.
Nallim cuenta que Reciclarg recibe alrededor de 10 toneladas de residuos electrónicos mensuales, de los cuales logra recuperar 75%.
Argentina produce alrededor de 360.000 toneladas al año, de acuerdo con el último informe de la Oficina Internacional del Trabajo (OIT) de 2020. De ese total, se recupera entre un 3 y un 4%, y no existe ley ni regulación nacional alguna que organice el tratamiento de este tipo de basura.
En Reciclarg reconocen que existen otras empresas que se dedican al reciclaje en el país, pero ninguna que trabaje con un concepto de triple impacto. Por eso son reconocidos como pioneros y han conseguido premios y reconocimientos internacionales.
“Vos lo primero que tenés que hacer es tratar de reutilizar el equipo (…). Si no se puede reparar, va a ir a la segunda unidad de impacto, como nosotros la llamamos, que es la de reciclaje”, dice Farid Nallim.
Allí separan plástico, vidrio, metales ferrosos y metales no ferrosos.
“El único animal que destruye montañas, utiliza recursos como el agua para extraer metales preciosos y después los tira es el ser humano”, reflexiona.
Frente al desafío de no poder procesar parte del contenido que llega a diario a la planta, estos emprendedores mendocinos disponen también de algunas alternativas con fuerte sentido social.
“Nosotros creamos una unidad que se llama Rever, que es de bijouterie sustentable (…). Trabajamos con una organización, que se llama El arca, y buscamos poblaciones vulnerables y les enseñamos el oficio de cómo se pueden confeccionar collares, pulseras y distintas cosas”, cuenta Farid Nallim.
“Eso está orientado a poder mejorar el lugar donde estamos, y eso tiene implicación directa en la comunidad en donde uno vive, ¿no?”, agrega Andrea Nallim.
La experiencia de Reciclarg no es un hecho aislado. Se da en una comunidad que se compromete con la educación y la concientización, dos factores clave para amortiguar los efectos de los residuos electrónicos en el ambiente en el que vivimos.
Esto es lo que dijo al respecto Yamel Ases, directora de Ambiente de la municipalidad de Godoy Cruz: “Hay un movimiento y todo un despertar de conciencia respecto del impacto que tienen nuestras acciones en el ambiente, en la sociedad y en la humanidad en su totalidad”.
Esto implica, según Humberto Mingorance, secretario de Ambiente de la provincia de Mendoza, hacerse en primer lugar la pregunta de si aquello que queremos comprar es necesario, “ver si la necesidad es real o es solamente para satisfacer una cuestión colateral”.
“Hay como una evolución de todas las generaciones y las nuevas generaciones, sobre todo, que buscan eso: es primordial el tema de la conciencia ambiental y social”, agrega por su parte Antonella Blotta, emprendedora.
Esta gran comunidad de uno de los confines de Argentina, una provincia en la que viven más de dos millones de personas, sabe que la toma de conciencia colectiva es más importante que cualquier esfuerzo individual, porque siente que esa fortaleza será la siembra de un futuro mejor, al que esperan llegar con la confianza del que trabaja para que la realidad cambie.
“Los jóvenes y los niños, pero más que nada los jóvenes hoy, cuestionan los métodos de producción, cuestionan cómo vivimos”, opina Ases.
Andrea Nallim es optimista: “cada vez somos más, ha habido un cambio grandísimo desde hace 14 años que hemos empezado. Hay que ir más rápido”. “Tenemos un gran poder nosotros, desde nuestra casa, desde el consumo, de cambiar y revertir esto. Y lo voy viendo, lo voy palpando también, entonces soy sumamente positivo en esto”, suma Farid Nallim.