Con una tradición familiar en medicina y emprendedorismo, Iván Chillik, miembro Vistage del G30 y Gerente General de MaterCell, explica la importancia de las células madre para el acceso a la medicina regenerativa y resume su experiencia en un reciente congreso internacional.
“El cordón umbilical es un material biológico único, que tiene un montón de alternativas terapéuticas para el individuo y su familia, gracias a la medicina regenerativa”, explica Iván Chillik, directivo de MaterCell, el primer Banco de Células Madre de Cordón Umbilical de Latinoamérica, y miembro Vistage del G30.
Bajo el paraguas de la medicina generativa se incluye a cualquier especialidad que utilice las células madre como fuente terapéutica, justamente las células que pueden extraerse del cordón umbilical. En este sentido, MaterCell ofrece una especie de seguro biológico: “cuando se guardan las células madre, la persona puede beneficiarse no solo con la medicina regenerativa del 2023, sino también a la del 2043, a la del 2053 y así sucesivamente”, grafica Iván. (Ver recuadro “Presente y futuro de la medicina regenerativa”).
¿Qué tan accesible es la medicina regenerativa?
Cuando hablamos de medicina regenerativa suele pensarse que es algo para muy pocos. Esto no es así, nosotros tenemos muchas historias para contar. Mariana, una mamá de La Plata, pudo tratar a su hijo Facu con parálisis cerebral. Otra familia conservó las células madre de Gael y pudieron brindarle un tratamiento a su hermano Leo, también con parálisis cerebral. Mirna, de la provincia de Corrientes, pudo tratar a su hijo Juanito, con síndrome de West, gracias a las células madre de su hermanita Amparo. La familia de Bauti pudo aplicarle células madre para tratar trastornos del espectro autista (TEA).
Hoy tenemos una tasa de uso de 1 cada 2.500 muestras almacenadas. Cuando empezamos, hace 20 años atrás, la tasa de uso era de 1 en 40.000. La medicina regenerativa es una realidad para todos. MaterCell provee un servicio de guarda y conservación mensual que vale lo mismo que una suscripción a Netflix o Spotify.
¿Qué incluye ese servicio?
En primer lugar, nuestros instrumentadores quirúrgicos toman las células madre del cordón umbilical. Esto se hace en el momento del parto, ya que es la única oportunidad para recolectarlo. Caso contrario, el cordón umbilical se descarta y termina en la basura. De hecho, hoy el 99% de los cordones umbilicales en Argentina siguen descartándose por falta de concientización. Este material se procesa en nuestros laboratorios y luego se congela en tanques de nitrógeno líquido a -197°.
¿Cómo nace MaterCell?
Lo fundó en 2003 mi papá, Claudio Chillik, que era tocoginecólogo y especialista en fertilidad. También fue miembro de Vistage, porque era un médico con una rareza que me contagió: tenía un profundo espíritu emprendedor.
Por aquel entonces él estaba participando en un congreso de obstetras en Estados Unidos, cuando un médico le comentó que dentro del cordón umbilical se estaban investigando células madre que eran capaces de reemplazar a las de la médula ósea. Justamente, el papá de mi mamá estaba cursando una leucemia y estaba a la espera de un donante compatible de médula ósea. En ese momento, mi papá le dijo a mi mamá que, si existiera la posibilidad de almacenar las células madre de cordón umbilical, su papá no tendría que estar enfrentándose al problema de conseguir un donante compatible, contando además con material 100% compatible. Al final, mi abuelo no encontró un donante compatible y falleció, pero mi papá entendió esa necesidad.
¿Y cómo te integraste vos a la empresa?
Mi papá tuvo linfoma en 2010 y falleció en 2014. En ese momento yo estaba terminando la residencia en cardiología y mi mamá, que era la mano derecha de mi papá, no tenía la voluntad de continuar sola con el negocio. En 2017 trataron de comprar la compañía por lo que yo consideré que era un precio vil y nos reunimos con mi familia (yo tengo dos hermanos más chicos). Ahí les comenté mi intención de seguir empujando el negocio. Yo estoy enamorado de MaterCell, crecí con esta empresa: cuando tenía 12 años fui el cadete que llevaba los kits a las embarazadas. Pero también como médico veía el potencial que tenía la medicina regenerativa. En 2017 asumí como gerente general. Tenía 27 años.
¿Cómo te ayudó formar parte de un grupo de Vistage Argentina para el desarrollo de tu liderazgo y la visión estratégica de tu empresa?
Vistage me permitió tener una red que me acompañe. Es que yo me enfrentaba al problema opuesto que suelen tener las empresas familiares: una generación más alta que no deja actuar. Al contrario, yo tenía demasiada libertad de acción, pero sin ninguna referencia, más allá de mi sentido común. Yo hice una maestría en dirección de empresas en Di Tella y siempre fui muy crítico porque no forman empresarios argentinos. En ese momento ya operaba como gerente y veía que me enseñaban cosas hermosas, pero no las podía aplicar en Argentina.
Entonces mi ingreso a Vistage vino de la necesidad de tener conocimiento aplicable y una referencia de pares o superiores que me permita tener un directorio. Encontré a señores con experiencia acumulada que me pueden ir guiando desde un punto de vista práctico. De hecho, gracias a Vistage pude rearmar todo MaterCell.
¿Qué considerás que estás aportando a MaterCell Argentina con tu liderazgo?
Yo creo que el sello que aporto es que soy un médico gerente general. Para mí es fundamental que quien gestiona una empresa de salud tenga conocimiento científico, para tener el nivel de empatía, para entender quién está del otro lado y qué necesidad enfrenta. Yo trato de que toda mi empresa tome conciencia de que venimos a mejorar la calidad de vida de la gente con la medicina generativa. Creo que mi rol es hacer que la gente entienda ese propósito todos los días.
Recientemente, representaste a tu empresa en un congreso de células madre, en Miami. ¿Qué podés contarnos de esta experiencia?
Es un congreso organizado por una asociación que se llama Cord Blood Association, de Estados Unidos, que trata de entender el presente y el futuro de la industria de los bancos de células madre de cordón umbilical. Están presentes los bancos públicos y privados de cordón umbilical, científicos, oncólogos, hematólogos y fondos de inversión. Está buenísimo porque se genera una especie de hub entre quienes financian, los investigadores y los que están operando en el negocio.
Creo que es muy rico porque no queda solamente en lo científico y contar los avances tecnológicos. Yo tuve la posibilidad de tener reuniones bilaterales con los CEOs de los 3 bancos más grandes del mundo, en Estados Unidos y Europa, para tener su visión del mercado para los próximos años. Además, a partir de este congreso los bancos familiares latinoamericanos estamos charlando para empezar a armar una sociedad, con el propósito de ofrecer a las familias de la región más oportunidades, por ejemplo, ante las largas listas de espera para tratar a los chicos con autismo y parálisis cerebral.
¿Qué potencial considerás que tiene el sector de células madre de cordón umbilical en Argentina y en Latinoamérica?
Hoy en Latinoamérica menos del 1% de los papás guarda las células madre por falta de concientización. Ahí hay potencial para aumentar hasta 5 veces el negocio y la guarda. En Estados Unidos el 6% de la población guarda las células madre, entre otras cosas, porque los obstetras están obligados a informar sobre la guarda de células madre. Acá, muy poca gente tiene la información correcta en el momento correcto para tomar una decisión consciente. En MaterCell hacemos mucha educación con el obstetra, con las parteras, para que brinden información y después los papás puedan decidir.
Tenemos un convenio con Medifé para dar 100% de cobertura a sus afiliados en la guarda de células madre de cordón umbilical. Es un beneficio que se gestó a partir de Vistage, porque el gerente general de Medifé, Leo Lamas, también es miembro. Además, él había guardado las células madre de sus hijos y me dijo “yo no puedo entender cómo la gente no lo hace. Quiero que mi grupo de afiliados se entere de esta importancia y se lo quiero dar gratis”. Y trabajamos en eso. También tenemos convenios con empresas, como Accenture, Globant, Quilmes y Prudential Seguros, entre otras. Son emprensas innovadoras que están brindando un beneficio innovador a sus afiliados.
Iván Chillik comenta que actualmente la medicina regenerativa brinda tratamiento para más de 85 enfermedades. La gran mayoría son enfermedades de la sangre que necesitan un trasplante, con la ventaja de que la fuente de estas células madre es el cordón umbilical, 100% compatible con quien lo guarda y su entorno familiar.
Hoy existen más de 1.300 centros que están investigando potenciales usos de células madre a nivel mundial. Se están imprimiendo orejas, narices, tráqueas o incluso corazones y cerebros a partir de células madre. Son organoides que actualmente sirven para hacer investigaciones en lugar de usar animales, por ejemplo, pero que pueden demorar unos 20 años más para que puedan ser utilizados en un trasplante.
Por otro lado, hay mucha evidencia construida en tratamientos para el autismo, la parálisis cerebral, la diabetes tipo 1 o lesiones de médula espinal, donde se sabe que la aplicación es segura. De hecho, en MaterCell ya tuvimos pacientes que guardaron las células madre y las usaron en tratamientos para parálisis cerebral y autismo.
También hay laboratorios que a partir de células madre del cordón están produciendo derivados de la sangre, como glóbulos rojos, plaquetas y plasma, y existe una nueva línea terapéutica para tratamientos oncológicos, denominada “Car T-cell”, que utiliza las células madre como vector para marcar células y hacer que ataquen el tumor.