Fuente: Revista Innovación

Empresas familiares: Cómo se gestiona con éxito una empresa familiar.

La historia de Anclaflex, empresa del Chair Alfonso Bonfiglio, y el desafío del traspaso generacional, la profesionalización y la innovación.

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De Izq. a Der: Alfonso Bonfiglio, Ricardo Flores y Pedro Guida, socios fundadores y actuales directores de Alcaflex, junto a Emiliano Bonfiglio , CEO de la compañía.

Cuando se toma la decisión de ceder la llave, después hay que correrse. Porque si no la entregás verdaderamente, lo único que provocás es confusión en la organización”, opina Alfonso Bonfliglio, socio fundador de la fábrica de pinturas y revestimientos Anclaflex, quien le cedió a su hijo Emiliano el cargo de gerente general hace tres años.

“Con mis socios le dijimos a mi hijo que él tenía que armar su propio equipo, junto con gente que estuviera alineada a sus formas. A los gerentes, ya toda gente grande que respondía a nosotros, los nombramos directores, y ahora se ocupan de pensar en cómo seguir haciendo crecer la compañía, pero no interfieren en la operatoria. Y nosotros, los socios fundadores, nos borramos totalmente. Y menos mal que decidimos eso, porque ‘los viejitos’ no hubiéramos podido realizar todo lo que hicieron los jóvenes durante la pandemia”, cuenta Alfonso a INNOVACIÓN.

Desde entonces, los socios fundadores de Anclaflex –Alfonso Bonfiglio, Ricardo Flores y Pedro Guida, ninguno familiar entre sí– se dedican a pensar estrategias a largo plazo, planificar la apertura de nuevos mercados internacionales o el lanzamiento de algún nuevo producto. Pero quien decide si se contrata personal, se cambia un proceso o se contrata un nuevo proveedor, es Emiliano, en su rol de CEO. Con su hijo a la cabeza, evalúa Bonfiglio padre, la empresa pasó a la etapa de los jóvenes sub 40, y con ellos la compañía multiplicó por tres su patrimonio.

El nuevo protagonista en la saga Anclaflex lo explica así: “La diferencia es que yo no tengo 60 años de Argentina como los tiene mi padre. La historia, las crisis y todas las que pasaron, condicionan las decisiones”, analiza Emiliano. “Hoy con los chicos tomamos riesgos porque estamos menos condicionados, y porque entendemos que el país de hace 50 años no tiene nada que ver con el de hace cinco, o con el actual. Soy súper positivo respecto del país y entonces hoy seguimos invirtiendo, algo que mi padre y sus socios probablemente preferirían hacer en un contexto económico y político más tranquilo.

Dicho todo esto, por supuesto que no estoy libre de equivocarme, y luego reprocharme a mí mismo por no haberle hecho caso a mi viejo”, explica Bonfiglio hijo.

A pesar de todo, hay un giro inesperado en esta historia: respecto a la innovación en la empresa, Emiliano reconoce que el día a día no le deja resto para encararla, de modo que son los socios fundadores quienes llevan a la mesa las ideas innovadoras. Calza esto con un dato importante: Bonfiglio padre forma parte de un grupo Vistage, una organización donde empresarios y altos ejecutivos se reúnen para compartir experiencias y se ayudan a tomar mejores decisiones para sus empresas. Y desde su práctica en esa interacción suele entonces acercarle a la renovada Anclaflex prácticas o herramientas que conoce allí, de modo de probarlas o implementarlas. “Además me gusta viajar mucho y observar todo. Cuando vuelvo, les cuento a todos lo que vi, y pensamos cómo podemos implementarlo”, agrega Bonfiglio padre.

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