Fuente: El Entre Ríos
Mirco Bombieri, miembro Vistage GV168, fundó su empresa de ingeniería en software hace 14 años. Hoy en día, su compañía proporciona soluciones tecnológicas a destacadas empresas en Argentina y en el extranjero.
Habla con esa sencillez y esa modestia que es frecuente encontrar en los nacidos en la Entre Ríos profunda, de tierra adentro, en el interior del interior. Por sus venas corre sangre innovadora, emprendedora. “Creo que la vida del que emprende es una constante crisis”, confiesa, y se apura a aclarar que habla de las crisis, pero “no en el sentido negativo”. Se llama Mirco Bombieri y hace 14 años puso en marcha una empresa de ingeniería en software que hoy por hoy aporta soluciones tecnológicas a firmas líderes de la Argentina y del exterior.
“¿Lo conoces? Es de Concepción del Uruguay y es muy valorado por firmas de acá que son sus clientes”, preguntó Martín, un colonense radicado en Barcelona, siempre atento a cada partícula de entrerrianía que asome por el viejo continente. Así fue como Mirco Bombieri entró en el “radar” de El Entre Ríos. Lo que vino después fue simple: un mensaje de WhatsApp rápidamente respondido, una fecha y una hora precisa para la entrevista, y, finalmente, un diálogo abierto, lleno de definiciones.
Bombieri tiene una cartera de clientes más que significativa, integrada por reconocidas empresas, muchas entrerrianas, otras nacionales y algunas del exterior. En 2022 obtuvo un reconocimiento singular, al convertirse en una de las mejores PYME del país para trabajar, en el ranking GPTW.
-¿Quién es Mirco Bombieri?
-Qué buena pregunta, ¿no? A veces es complicado, porque uno puede definirse de múltiples maneras. Yo soy un empresario de acá, de Entre Ríos; actualmente estoy viviendo en Concepción del Uruguay, pero nací en Aldea San Antonio, en un pueblo muy chiquitito, a 50 kilómetros, en el departamento Gualeguaychú.
Distintas razones de la vida me fueron llevando a elegir estudiar ingeniería en sistemas. Por eso vine a Concepción, estudié en la UTN, me formé acá. Un poco la pasión por la tecnología y el hecho de poder aprender de lo que hacen las empresas, cómo se organizan y de buscar la eficiencia, todo ese tipo de cosas de las que empezamos a hablar en ese momento en la facultad, me llevaron a decidir emprender y en el 2009 a formar lo que hoy se llama Bombieri, que es nuestra empresa. Ahora, en noviembre, cumple 14 años, si Dios quiere, la empresa con la cual hemos hecho distinto tipo de recorridos, tanto de los buenos como de los difíciles.
-¿Cuántos empleados tiene?
-Somos 44 personas, todos empleados directos. Hay además personas que nos ayudan de manera indirecta, como por ejemplo diseñadores, otro tipo de colaboradores a demanda, pero formalmente son 44.
-Tu empresa fue ubicada en un puesto de privilegio por garantizar condiciones de trabajo beneficiosas para el personal. Infobae le dedicó una nota titulada “Cómo una empresa logró convertirse en una de las mejores PYMES del país para trabajar” y aludía a clases de nutrición, ejercicio físico y enfoque en la salud mental como alguna de las claves. ¿Podrías ampliar tu mirada al respecto? ¿Cuán relevantes son para el éxito empresarial las condiciones de trabajo?
-Ese reconocimiento es una satisfacción enorme porque, como todo emprendimiento que nace desde cero, que no nace de una inversión capitalista, sino que surge en un departamento de estudiantes, en un dúplex a una cuadra de la UTN, los primeros años fueron muy difíciles para que la gente quiera trabajar con un emprendedor. Era muy difícil convocarlos o convencerlos para que se quieran sumar al proyecto.
Allá por el 2015 fue un punto de quiebre. Me decía ‘no puede ser que sea tan difícil hacer que la gente le guste trabajar en una empresa’. Entonces, me empecé a cuestionar cosas que hacía dentro de mi compañía. En aquel momento éramos alrededor de cinco personas nada más, pero con este foco, cómo hago para que la empresa sea atractiva si me comparo con los grandes monstruos que están en el mercado, arrancó un recorrido que, poco a poco, fuimos logrando en diferentes aspectos, que no se limitan a lo que es el sueldo.
El sueldo es sumamente importante y es clave para que la gente trabaje -yo también trabajo por dinero, todo el mundo lo hace-, pero no alcanza o no es suficiente para que una empresa sea atractiva, para que sea un lugar adonde la gente quiera ir a trabajar, y esto que mencionas es el resultado. Yo lo veo como una señal de que vamos por buen camino hacia aquel objetivo que trazamos hace varios años. Es un ranking que arma esta empresa, Great Place to Work, es decir, grandes lugares para trabajar. El ranking se arma en cada país. Es una empresa internacional que lo que hace es encuestar a los propios empleados de manera directa, y, a partir de 60 preguntas, evalúa cómo está tu empresa en función del resto de su categoría. El resultado tiene que ver con este trabajo de agregar valor a la relación laboral más allá del sueldo.
Tenemos montada una estrategia donde atacamos distintos ejes, la salud física, la salud emocional, lo que tiene que ver con nutrición, ayudando o intentando ayudar por lo menos a los colaboradores a ver otro panorama respecto de cómo se alimentan, cómo hacen ejercicio, cómo pueden afrontar ciertas situaciones de estrés o de incertidumbre o de adaptabilidad al cambio.
-Si a Mirco Bombieri le preguntan, en concreto, qué hace su empresa, qué fabrica, ¿cuál es su respuesta? ¿Aplicaciones que ayudan a otras empresas podría ser una buena síntesis?
-Arranco de un paso previo. Muchas veces se habla de tecnología, pero, ¿para qué es la tecnología que hacemos? Hoy está tan en boga el tema del desarrollo de software, la inteligencia artificial o diferentes temáticas similares, pero a veces se pierde de vista el para qué se hacen. Nuestra empresa tiene un enfoque muy claro que tiene que ver con ayudar a otras empresas a ser más eficientes. El enfoque es lograr eficiencia en la otra compañía.
Lo hacemos a través de la implementación de herramientas de software, de aplicaciones, de soluciones que, a veces son una interfaz web como el navegador o algún tipo de aplicación que ahorre tiempo, por ejemplo, con tareas que son sumamente repetitivas, que permita eliminar duplicidad de información. En ocasiones, hay empresas que tienen que cargar el mismo dato en tres o cuatro sistemas distintos. Entonces nuestro foco es justamente lograr eficiencia en las compañías.
-¿Ejemplos?
-La empresa española Gatikka, de Islas Canarias, nos llamó para hacer una plataforma para agilizar su labor. Ellos conectan artistas con gente que los contrata para organizar eventos. Y esa gestión requiere un montón de papeleo que esta empresa debe resolver. Antes de llamarnos, tenían que hacer una carga de información en formularios a mano, tenían que ir a recolectar información de los artistas que venían, quién era el sonidista, el plomo, todos los que venían a trabajar con ellos para presentar los papeles, tanto al gobierno como a la empresa que contrataba el servicio, y todo eso era manual y muy rudimentario. Entonces, lo que hicimos fue construir una plataforma digital que le permita reducir la cantidad de veces que se tienen que ver presencial, para hacer muy simple la cosa, donde el artista pueda adelantar información, subir documentación, esa misma información ya queda disponible para el otro lado, para que pueda ser descargada por la gente que la requiere.
Lo mismo con Women For Sport (WFS). En este caso construimos una aplicación. Ellos visibilizan el deporte femenino. Está muy interesante lo que hacen, porque permite que una chica -está dedicado exclusivamente a mujeres-, de cualquier parte del mundo, pueda crear un perfil que inicialmente es anónimo para poder subir sus destrezas deportivas. Si sabe jugar al fútbol, mostrar videos de ella jugando, vóley, lo que sea, el deporte que sea, para que eso sea seleccionado por aquellas empresas, marcas o instituciones que estén buscando deportistas para incluir en su staff. Unimos las dos puntas, creamos tecnología para que la persona, una chica de cualquier parte del mundo, pueda estar mostrando su deporte y que una institución, una marca, pueda estar recopilando esa información para poder pedir una entrevista y poder habilitar el juego de alguna manera a todos lados.
-También han trabajado para una firma líder en comercialización electrónica.
-Sí, efectivamente. Nuestra versatilidad nos permite trabajar para una empresa de Islas Canarias que se dedica a la parte artística, una empresa que se dedica a unir puntos en el deporte o a una empresa de logística y comercio electrónico.
-¿Qué valoración haces de la irrupción de la inteligencia artificial, pros, contras, beneficios, peligros?
-Es sumamente interesante. Para mí, la llegada de la inteligencia artificial al punto en el que estamos hoy, porque la realidad es que la inteligencia artificial se viene trabajando desde el año 50 aproximadamente, si no antes, está planteando un cambio tan radical como lo fue internet en su momento. Estamos en una ola que viene a cambiar muchas cosas y los tecnólogos estamos también de alguna manera afectados. Dónde nos va a dejar parados a cada uno de nosotros como personas, va a depender de la actitud que tomemos frente a ello.Lo mismo que internet. Aquella persona que decidió no involucrarse en internet y dijo ‘no, yo no participo de esto, no me involucro, no me interesa’, de alguna manera fue quedando afuera, perdió relacionamiento. Quien eligió quedarse fuera de internet, pierde una posibilidad de vínculo muy grande y de acceso a la información. Lo mismo sucede con la inteligencia artificial en todos los niveles.
Hay inteligencia artificial pensada para que, como el famoso chat GPT, te permita resolver la generación de un párrafo, ideas, o abrir un poco el juego para algo personal o para algo laboral, pero también está la inteligencia artificial pensada para facilitar esto que hablábamos recién, mejorar la eficiencia en los negocios, en las empresas. Entonces, está empezando a replantear qué trabajos son los que van a desaparecer, qué otros trabajos nuevos van a ser necesarios para lo que viene. Esa reconfiguración de cosas, yo desde mi punto de vista la veo como algo súper positivo e interesante, aunque también a veces genere un poco de temor. Todo lo que se usa para bien, también lo pueden usar para el mal, pero creo que hay una oportunidad enorme ahí y, si la sabemos aprovechar como humanidad, podemos llegar a lograr un cambio interesante en la calidad de vida. Hay que ver si lo podemos aprovechar para eso.
Quizás habría que hacer una invitación para que la reflexión la haga cada uno, cómo estoy yo con mi trabajo, con mi forma de vida, qué me puede mejorar, cómo puedo explotar esto para que me ayude más y no termine siendo una víctima del cambio.
-¿Te genera expectativa que de una vez por todas tengamos 5G en la Argentina? Del otro lado del río han estado conectando a cada una de las zonas del Uruguay. Da cierta envidia, sana envidia, aunque no sé si hay tal sana envidia.
-Sin duda es un cambio también sumamente necesario para el nivel de conectividad que se requiere. Hoy en día internet ya no se discute como antes, es parte de la vida y parte de todo tipo de transacciones. El desafío más grande que tenemos ahí no es tanto el funcionamiento del 5G por sí o no. El tema es el alcance hacia el interior del interior. Por ejemplo, de acá hacia Basavilbaso, en el camino se te corta la señal y no tenés siquiera señal de celular. ¿Qué quiero decir con esto? Podemos pensar en un montón de tecnologías para resolver cuestiones de logística. Sin embargo, alguien con un teléfono en la mitad del camino no puede mandar un mensaje para avisar que llegó un paquete. Es de alguna manera contradictorio. El 5G es sumamente beneficioso y estamos todos esperándolo; cuanto antes esté, mejor, obviamente.
-¿Cómo mira las crisis quien, como es tu caso, tiene naturaleza emprendedora, tiene el ADN del emprendedor? El común de los mortales, en vez de estar viendo oportunidades, quizá nos hundamos en la desesperanza. ¿Cómo mira Mirco las crisis, a sabiendas de que debe sostener en pie una empresa con más de 40 empleados? No debe ser difícil dormir a la noche pensando en el riesgo de que se caiga tal o cual cliente y en consecuencia no se pueda afrontar los desafíos salariales…
-Me encanta la pregunta. Podría explayarme muchísimo, porque yo creo que la vida del emprendedor es una constante crisis. No en el sentido negativo de la crisis, sino en el sentido de estar desafiando todo el tiempo lo que uno está haciendo. Esto aplica para Mirco Bombieri y para Marcos Galperin, que tiene Mercado Libre con 30.000 empleados. Los grandes tampoco la tienen atada. Pueden tener un montón de recursos, pero tienen que cuestionarse todo el tiempo para dónde van y la dificultad que tienen es que son más lentos para cambiar.
Nosotros, para responder en concreto, nunca invertimos tanto como estamos invirtiendo en este año, por ejemplo, en capacitación, en aprendizaje, en productos, en desarrollos de nuevas tecnologías, en vínculos con otras empresas.
Cuando hay una crisis, lo que trato de ver es cómo vamos a quedar parados post crisis, dónde nos va a dejar esta reconfiguración, una palabra que uso y que aplica a la crisis, que es una reconfiguración. Cuando hablamos de música, tenés el ecualizador de graves y agudos, hay una configuración para rock, una para pop. Hay que ver con qué configuración quedamos. Uno trata de ver hacia dónde, en cada caso en particular, porque la configuración que yo espero para mí puede ser muy positiva y muy negativa para otro o a la inversa. Trato de ver y anticipar esa configuración y ver dónde me conviene invertir o no para prepararme para lo que viene. Porque la empresa tiene que trascender a la crisis. Si pongo el foco en la crisis, probablemente muera en el durante. Puede pasar, porque, como lo decía recién, si cae un contrato importante quizá te lleva puesto. Esas cosas pueden pasar y le puede pasar a cualquiera. Pero me parece que, si ya desde el vamos uno, cuando planifica, lo hace pensando en la crisis como foco, es un problema. En cambio, hay que usar eso como un motor de cambio para lo que viene y pensar en cuánto tiene que trabajar uno o el equipo para trascender a la crisis y ver cómo queda después.
Fuente: El Entre Ríos