Fuente: ADN Empresario
Mariela Waisbord, CEO de Vittal y miembro del G168 nos comparte una nota que brindó para el medio ADN Empresario donde destaca el desafío de rol como líder.
Hoy es tiempo de disfrutar de nuestros logros y de los puestos de liderazgo a los que hemos llegado. El ámbito de la medicina y la emergentología fue asociado tradicionalmente con empleos para hombres, en mi caso desempeñarme como CEO fue todo un desafío.
Intentar equipararnos a los hombres para “pertenecer” no es el mejor camino. Creo que es tiempo de respetarnos como mujeres, ser y aportar desde nuestra visión del mundo, reconocer que somos diferentes y pensar la diversidad como un potencial a la hora de liderar una organización.
En vittal contamos con mujeres líderes en puestos clave que, junto a los hombres, hacen que la empresa funcione exitosamente. Dialogamos y trabajamos conjuntamente sobre temas operativos, comerciales, legales, temas de calidad y temas médicos. Acompañamos y apoyamos a todas las mujeres que -en puestos jerárquicos o no- trabajan en horarios nocturnos y durante el día están más vinculadas a su hogar o a la maternidad.
Además, internamente realizamos talleres sobre Diversidad Cultural, Diversidad Sexual, Masculinidades y Comunicación Inclusiva, con la intención de reflexionar sobres las nuevas prácticas de convivencia desde una perspectiva multicultural, garantizando la igualdad de trato y el respeto.
Tomamos medidas que colaboren en el desarrollo personal y profesional de los empleados y empleadas, como el retorno paulatino post maternidad sin reducción de salario, para que las mamás que no opten por la excedencia puedan ir adicionando horas de trabajo a medida que su bebé crece, hasta volver al horario de tiempo completo. También, licencias por paternidad prolongadas, lactario para fomentar la lactancia materna y equidad de género en nuestras políticas compensatorias y oportunidades de desarrollo, entre otras.
Las mujeres hemos impulsado una revolución que aún no termina. Las brechas de género siguen siendo los problemas más frecuentes en el desarrollo profesional de miles de mujeres. Quienes ocupamos puestos jerárquicos podemos y tenemos el deber moral de trabajar para revertir esta tendencia.