Por Ricardo de la Fuente Villamil
Les compartimos la entrevista a Ricardo de la Fuente Villamil, fundador y director de Indelplas y miembro del G42 coordinado por Adriana Turdera, donde cuenta cómo la pandemia se convirtió en un motor para reinventar su organización.
Ricardo de la Fuente Villamil, fundador y director de Indelplas -empresa argentina n° 1 en fabricación y exportación de calefones eléctricos y que se ubica dentro de las 3 que más producen ventiladores- y miembro del G42 coordinado por Adriana Turdera, compartió con nosotros cómo la pandemia se convirtió en un motor para reinventar su organización.
Fundé Indelplas hace 45 años cuando comenzamos a fabricar componentes plásticos y desarrollamos productos para ferreterías. En el año 1980 iniciamos la producción de calefones eléctricos creados en Junín y a los que luego aplicamos innovación. En poco tiempo nos convertimos en la primera empresa que certificó normas de seguridad eléctrica de un producto que no existía y actualmente somos la empresa fabricante y exportadora número 1 de calefones eléctricos. Desde hace 6 años también producimos ventiladores y fuimos premiados por el Ministerio de Producción y el Banco Nación por ser la primera compañía exportadora de ventiladores de industria argentina (y nos mantenemos en esa posición).
La pandemia fue un motor para reinventarnos. Durante los primeros días del aislamiento, la Universidad Nacional del Noroeste de la Provincia de Buenos Aires (UNNOBA) se comunicó conmigo porque para sus talleres prácticos necesitaban imprimir vinchas para hacer máscaras protectoras faciales y nosotros contábamos con impresoras 3D. De inmediato, el ingeniero encargado de producción de Indelplas me dijo: “¿Cómo vamos a hacer el molde? Comencemos a fabricar las inyectadas en plástico. Es nuestra fortaleza”.
Trabajamos muy bien en equipo. Así fue como a los 11 días de que se anunciara el encierro, lanzamos la primera máscara de protección facial de la Argentina. Llegamos a fabricar 30 mil unidades por día y vendimos 1 millón y en 2020 tuvimos récord de ventas. Exportamos a Uruguay, Bolivia y Paraguay. Hicimos una red de networking increíble con otros miembros de Vistage Argentina.
Gracias a toda esta rápida readaptación, los 110 empleados que tenemos cobraron la ayuda del Gobierno nacional solo dos meses porque al tercer mes estábamos superando la facturación del mismo mes del año anterior. Además, en 2021 pudimos acceder a créditos para ampliar nuestra planta que será nuestro cuarto edificio.
Todo depende de la actitud con la que se afronten los desafíos. Si en los momentos críticos nos detenemos a lamentarnos, seguramente se cierra la cabeza y no llegan las ideas. Si tomamos una actitud más exploradora, las puertas se pueden abrir.
¿Qué aportó Vistage Argentina en este proceso?
Compartir experiencias con mis pares por medio de Vistage Argentina me permitió tener una red de interacción y contactos que produjeron beneficios inesperados. Gracias a varios miembros pude promover acciones concretas y establecer una red de networking exitosa. Además, de mis pares de Vistage Argentina pude tomar herramientas e ideas que, pese a que provenían de otros rubros, apliqué en mi negocio.
¿Qué características tiene que tener un líder para dirigir una organización?
Un líder debe saber transmitir a su equipo un sueño compartido y una visión de futuro, más allá de las tormentas que se presenten. También tiene que internalizar los sueños de los colaboradores para remar en el mismo sentido. Si se logra unificar en el mismo sueño, los deseos de la empresa y los de los empleados, se llega a buen puerto.
El líder siempre tiene que tener presente que el trabajo tiene una remuneración económica y otra emocional, y ambas hacen que la motivación actúe como motor para encarar los proyectos.